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En el minuto 42, Bruno Fernandes recibió una tarjeta roja tras un polémico desafío a James Maddison, una decisión que ha suscitado un amplio debate. Como expresó el propio Fernandes, "Nunca fue una tarjeta roja, esa es mi opinión," [Sam Lawley, Daily Mail] destacando la percepción de que la decisión del árbitro fue desproporcionada. Expertos como Jamie Redknapp respaldaron esta opinión, sosteniendo que la falta solo merecía una tarjeta amarilla. Redknapp comentó, "Creo que es mezquino, es un poco petulante. Extiende su pierna derecha," sugiriendo que el resbalón debería haber sido considerado con más matices que la intención. Este incidente, que se produjo cuando el United ya mostraba flaquezas, selló de manera efectiva su destino frente a un Tottenham seguro de sí mismo.
Antes incluso de la expulsión, la actuación del equipo ya era decepcionante. Gary Neville criticó la primera mitad, tildándola de "una absoluta vergüenza," [Ben Stewart, Planet Football] y observó que el equipo parecía desarticulado y carente de urgencia. "El Tottenham simplemente corta a su antojo," [Ben Stewart, Planet Football] lamentó, reforzando la noción de que la derrota no solo se debía a la desventaja numérica, sino que también reflejaba una crisis más profunda dentro del equipo.
La inminente ausencia de Fernandes en los próximos tres partidos debido a la suspensión añade una capa de complejidad adicional. Él mismo reconoció tras el partido, "Dejé a mis compañeros un hombre menos," [ESPN] señalando que su liderazgo y creatividad serán echados de menos mientras el United se prepara para enfrentamientos difíciles. Las ramificaciones de su tarjeta roja van más allá del encuentro; representan un momento crucial tanto para el jugador como para el equipo.
El partido reveló una preocupante falta de disciplina táctica e identidad dentro de las filas del United. A pesar de contar con un plantel talentoso, los jugadores parecían desorientados, con Neville afirmando que "el United tiene todos los jugadores atrás, pero podrían ser estatuas o maniquíes." [BreakingNews.ie] Esta falta de cohesión plantea interrogantes urgentes sobre los métodos tácticos de Ten Hag y si sus jugadores han asimilado plenamente su filosofía. Paul Scholes comentó, "Parecen desentrenados," [Vatsal Gupta, United In Focus - Manchester United FC News] sugiriendo que la colocación y los movimientos de los futbolistas carecían de la estructura necesaria para competir eficazmente.
Además, la incapacidad para armar una defensa ante los veloces ataques del Tottenham fue dolorosamente evidente. La veloz carrera de Van de Ven que condujo al primer gol de los Spurs simbolizó la fragilidad defensiva que ha asediado al United. "Fue un comienzo patético para lo que resultaría ser una actuación lamentable," [Mike Damms, The Busby Babe] observó un analista, indicando que los problemas del equipo trascienden un solo partido. La naturaleza caótica del encuentro favoreció al Tottenham, que capitalizó el desorden del United, mostrando un marcado contraste en la conciencia táctica de ambos equipos.
La palpable desconexión entre los jugadores ha generado debates sobre la capacidad de Ten Hag para inculcar un sentido de dirección en el equipo. Como destacó Jamie Redknapp, "Han estado retrocediendo y son como el equipo visitante," [BreakingNews.ie] enfatizando la preocupante realidad de que el United, bajo la dirección de Ten Hag, está luchando por establecer una presencia dominante en su propio estadio.
Tras esta derrota, la presión sobre la posición de Erik ten Hag está indudablemente en aumento. El exjugador Robbie Savage declaró sin ambages, "Creo que tienen que tomar una gran decisión esta semana," [CaughtOffside] sugiriendo que la directiva del club podría estar considerando un cambio si los resultados no mejoran. La derrota deja al United en la duodécima posición de la Premier League, una clara desviación de la ilustre historia y aspiraciones del club.
A pesar de haber logrado un trofeo la temporada pasada, la incapacidad de Ten Hag para ofrecer actuaciones consistentes en esta campaña ha suscitado un creciente escepticismo sobre su futuro. Gary Neville subrayó este sentimiento, afirmando que "la bola de nieve comienza a rodar por esa colina y va ganando impulso," [Oli Gamp, The Mirror] insinuando que la paciencia del club podría estar a punto de agotarse. Los seguidores, aunque en un principio leales, empiezan a manifestar sus frustraciones, con cánticos de "te están despidiendo por la mañana" [The42] resonando entre los aficionados del Tottenham a medida que avanzaba el partido.
Con el United preparándose para los próximos encuentros sin su capitán y bajo un creciente escrutinio hacia su entrenador, la pregunta crucial persiste: ¿podrá Ten Hag galvanizar a sus jugadores y restaurar su confianza, o este será el inicio del fin de su mandato en Old Trafford? Las próximas semanas serán, sin duda, críticas tanto para el equipo como para el futuro de Ten Hag.