Revista de prensa ~ Global News Roundup (English) ~ Revue De Presse Internationale (Français)
❎ |
La expulsión de Bruno Fernandes se ha convertido en el eje central de las discusiones posteriores al partido. La decisión del árbitro Chris Kavanagh de mostrar una tarjeta roja directa tras el desafío de Fernandes sobre James Maddison fue recibida con incredulidad generalizada. "Nunca fue una tarjeta roja," [Sam Lawley, Daily Mail] afirmó Fernandes, enfatizando que se resbaló antes de realizar el contacto. "Estoy de acuerdo en que es una falta, pero nunca debió ser tarjeta roja," añadió, reflejando el sentir de muchos en torno a esta decisión. Varios analistas compartieron opiniones similares, con Jamie Redknapp calificando la expulsión de "mezquina" [Alex Conrad, Daily Mail] y sosteniendo que merecía como máximo una tarjeta amarilla. "Se resbala... es un poco petulante," comentó Redknapp, resonando así con la opinión generalizada de que la tarjeta roja fue desmedida.
No obstante, más allá de la discutible actuación arbitral, el rendimiento del Manchester United en la primera mitad fue lo que realmente alarmó a los observadores. Gary Neville, exjugador del United y destacado comentarista, calificó la primera mitad de "desagradable," [Harry Poole, BBC] afirmando que fue "uno de los peores desempeños que he presenciado bajo Ten Hag, y eso ya es decir mucho." Este sentir se replicó en las redes sociales, donde los aficionados manifestaron su frustración ante la aparente falta de urgencia y cohesión del equipo, especialmente tras conceder un gol tan temprano, a los tres minutos de haber comenzado el encuentro.
Si bien las consecuencias de la tarjeta roja fueron notables, muchos sostienen que los problemas del United comenzaron mucho antes de ese instante crucial. El equipo se mostró desorganizado y carente de una estrategia clara, lo que culminó en una derrota de 3-0 que lo relegó a los últimos puestos de la tabla de la Premier League. "Podrían ser estatuas o maniquíes," [Tomas Doherty, BreakingNews.ie] lamentó Neville, subrayando la incapacidad del equipo para imponerse en momentos críticos.
La derrota ante el Tottenham ha intensificado el escrutinio sobre el papel de Erik ten Hag como entrenador del Manchester United. Tanto aficionados como analistas cuestionan si es el líder apropiado para el club, especialmente a la luz de la considerable inversión financiera realizada en la plantilla. Robbie Savage, excentrocampista de la Premier League, expresó: "Creo que tienen que tomar una decisión crucial esta semana. Mi impresión es que su tiempo podría estar llegando a su fin," reflejando un consenso creciente que sugiere que puede ser necesario un cambio en Old Trafford.
A pesar de esta presión, Ten Hag se muestra firme, asegurando que la dirección del club permanece unida en su apoyo. "Todos optamos por permanecer juntos... esto llevará tiempo," declaró, intentando transmitir un sentido de estabilidad en medio de la turbulencia. Sin embargo, ante la circulación de rumores sobre posibles sucesores, la presión se vuelve innegable. "Habrá muchas preguntas que responder para ese grupo y el entrenador en la próxima semana," advirtió Neville, sugiriendo que la derrota podría tener consecuencias serias para el mandato de Ten Hag.
Las actuaciones previas bajo Ten Hag habían ofrecido vislumbres de potencial, pero la trayectoria actual plantea serias preocupaciones. "Este es el inicio más desastroso de una temporada en la Premier League," [Mike Damms, The Busby Babe] indicó un análisis, enfatizando la urgencia de un cambio. Con partidos cruciales en el horizonte contra el Porto y el Aston Villa, las apuestas nunca han sido tan altas para Ten Hag y su equipo.
La respuesta de los aficionados ha sido en su mayoría negativa, con un amplio sector manifestando su descontento respecto al rendimiento y la dirección del equipo. "Fue malo de principio a fin para el Manchester United. El Tottenham se sintió muy cómodo. El United no hizo nada," [Irish Independent] declaró Ashley Young, exjugador del club, capturando así el sentir de muchos aficionados que han llegado a su límite con la inconsistencia del equipo.
Con el polvo de esta derrota asentándose, el futuro del Manchester United se presenta incierto. La falta de identidad y cohesión que se hace evidente en el campo plantea constantes interrogantes sobre el sistema y la metodología de Ten Hag. "El United no tiene una identidad clara, salvo un aire de temor," [Henry Winter, talkSPORT] comentó un análisis, subrayando la urgente necesidad de establecer una estrategia coherente.
La frustración colectiva entre aficionados, analistas y exjugadores indica que serán necesarios cambios significativos para devolver al Manchester United a su antigua gloria. Las próximas semanas serán decisivas mientras Ten Hag se esfuerza por unir a su plantilla y redirigir el rumbo antes de que sea demasiado tarde.