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La actuación del Manchester United frente al Tottenham fue catastrófica, llegando a ser calificada por el exjugador Gary Neville como "una absoluta vergüenza" [Oli Gamp, The Mirror], enfatizando la alarmante falta de esfuerzo y organización del equipo. Lamentó que "es una de las peores actuaciones que he presenciado bajo el mando de Ten Hag, y eso es decir mucho". Desde el inicio del encuentro, el United se vio incapaz de igualar la intensidad de los Spurs, quienes afirmaron su dominio desde el primer momento con un gol a los tres minutos, obra de una impresionante carrera de Micky van de Ven que dejó desbordada a la defensa del United.
A medida que avanzaba el partido, se hacía cada vez más evidente que el United estaba fragmentado y desorganizado. Neville comentó: "El United tiene todos los jugadores ahí atrás, pero podrían ser estatuas o maniquíes" [NewsChain], reflejando la frustración de los aficionados que observaron cómo su equipo concedía goles de manera reiterada. Los jugadores parecían carecer de un planteamiento táctico coherente, con Neville observando: "La afición no está comprometida en absoluto" [NewsChain], un sentimiento que resuena profundamente en medio del descontento que rodea a Old Trafford.
En última instancia, este partido no fue solo una derrota; puso de manifiesto problemas más profundos dentro del club. Con el United estancado en la parte baja de la tabla de la Premier League, muchos aficionados cuestionan el rumbo que Ten Hag está marcando para el equipo. Un aficionado expresó la urgencia del cambio, afirmando: "No saben cuál es su lugar o qué se espera de ellos; temo que ha llegado el momento de despedir a alguien."
Un momento clave del encuentro se produjo justo antes del final de la primera parte, cuando Bruno Fernandes recibió una tarjeta roja tras una falta sobre James Maddison. Mientras que algunos analistas, como Jamie Redknapp, sostenían que "se resbala al intentar ganar el desafío" [NewsChain], el árbitro consideró que se trataba de una falta grave, lo que generó un intenso debate sobre la validez de la decisión. Redknapp calificó la decisión de "mezquina" [Jamie Braidwood, The Independent] y sugirió que solo merecía una tarjeta amarilla.
Por otro lado, Gary Neville argumentó que la tarjeta roja simbolizaba el rendimiento del United en la primera mitad, afirmando: "Simplemente resume lo que fue el Manchester United en estos primeros 45 minutos." [Oli Gamp, The Mirror] Las consecuencias de esta expulsión fueron significativas, dejando al United en inferioridad numérica durante toda la segunda parte, lo que selló prácticamente su destino.
La tarjeta roja no solo agravó los problemas del United en el terreno de juego, sino que también suscitó interrogantes sobre el liderazgo de Fernandes, quien se perderá varios partidos cruciales en el futuro. Como comentó un analista: "Habrá muchas preguntas que responder para ese grupo de jugadores y el entrenador en la próxima semana" [Oli Gamp, The Mirror], apuntando al intenso escrutinio que se avecina para Ten Hag y su equipo.
Al sonar el pitido final, los cánticos de "te van a despedir en la mañana" [Oli Gamp, The Mirror] resonaron entre los seguidores visitantes del Tottenham, recordando la presión creciente sobre Erik ten Hag. A pesar del optimismo que se experimentó al inicio de la temporada, la sombría realidad para el United los sitúa en el 12º lugar de la clasificación. Un aficionado resumió el sentimiento mayoritario, declarando: "Necesitamos un entrenador que exija el máximo. También necesitamos empezar a jugar de manera más astuta. ¡Fuera Ten Hag!" [Oli Gamp, The Mirror]
Con solo una victoria en sus últimos seis partidos de liga, el clamor por un cambio de entrenador se intensifica. Muchos aficionados se ven forzados a reflexionar sobre la dirección estratégica del club y cuestionar si Ten Hag es realmente la persona adecuada para guiarles de regreso a sus antiguas glorias. Como lamentó otro aficionado: "¿Cuándo diremos basta?" [Oli Gamp, The Mirror] Este sentimiento refleja un notable grado de insatisfacción entre los seguidores respecto al rumbo del equipo.
Los próximos enfrentamientos contra el Porto y el Aston Villa podrían resultar decisivos para determinar el futuro de Ten Hag al frente del equipo. Si el United continúa fracasando, quienes toman decisiones en Old Trafford podrían verse obligados a actuar con rapidez. Como se mencionó en un artículo, "cuán rápidamente retroceden en esa decisión ahora parece ser cuestión de tiempo" [The42], sugiriendo la apremiante necesidad de un cambio.