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El encuentro en Ibrox fue marcado por dos incidentes críticos relacionados con el VAR que mantuvieron a los espectadores en vilo. En un primer momento, Tom Lawrence, de Rangers, parecía haber anotado con un espectacular tiro en curva, pero la bandera de fuera de juego apagó la euforia. No obstante, en un giro inesperado, "la bandera de fuera de juego se levantó para desinflar a los aficionados locales, solo para que el VAR finalmente confirmara que el gol era válido" [The Guardian], reavivando la alegría entre los seguidores. Este episodio subrayó los debates persistentes sobre el VAR, con los aficionados divididos respecto a su efectividad para mejorar el juego.
Cuando la primera mitad se acercaba a su final, Hibernian recibió un penalti tras una revisión del VAR, que determinó que John Souttar había manejado el balón. Sin embargo, la fortuna sonrió a Rangers, ya que el portero Jack Butland realizó una parada crucial, permitiendo que el equipo local mantuviera su ventaja. "Butland adivinó bien para evitar el débil tiro de Kukharevych desde el punto penal", un momento que no solo preservó el marcador sino que también devolvió el impulso a Rangers mientras se dirigían al descanso.
Estas intervenciones del VAR aumentaron la tensión para ambos equipos y sus seguidores, encapsulando la presión del fútbol de alto nivel. Mientras algunos elogiaban la tecnología por hacer llamadas precisas, otros sentían que interrumpía el flujo natural del juego. Es evidente que mientras el VAR siga presente, continuará provocando intensas discusiones entre aficionados y analistas por igual.
A pesar de su victoria, Rangers dejó mucho que desear en su desempeño, sembrando dudas sobre su forma actual. El conjunto dirigido por Philippe Clement luchó por establecer su ritmo y registró "el menor número de toques en el área del oponente que han tenido toda la temporada" [Sky Sports], una estadística preocupante para un equipo con ambiciones de campeonato. A pesar del resultado favorable, la evidente falta de fluidez ofensiva generó interrogantes entre los aficionados sobre su capacidad para mantener un desafío en la parte alta de la tabla.
Por el contrario, Hibernian mostró una actuación animada, especialmente en la segunda mitad, donde parecían cada vez más decididos a igualar el marcador. El entrenador David Gray expresó su orgullo por el esfuerzo de su equipo, afirmando: "Los jugadores pusieron absolutamente todo en eso. No puedo criticarlo en absoluto." [Sky Sports] Hibernian generó varias oportunidades, incluida una ocasión tardía para el recién llegado Dwight Gayle, quien falló por poco con un cabezazo. Su incapacidad para capitalizar las oportunidades, notablemente el penalti fallado, subrayó los finos márgenes en el fútbol que pueden decidir un partido.
Esta disparidad en las actuaciones destaca un momento crucial para ambos equipos. Mientras Rangers necesita afinar sus capacidades ofensivas, la resiliencia y ejecución táctica de Hibernian sugieren un futuro prometedor si logran mejorar su eficacia en el remate.
Las repercusiones de este partido trascienden la simple asignación de tres puntos, ya que mantienen a Rangers en la lucha por alcanzar a los líderes de la liga, Celtic y Aberdeen. Con Rangers ahora a cinco puntos de distancia, la presión aumenta para sostener su racha ganadora en la búsqueda de cerrar esa brecha. Esta victoria marca "cuatro triunfos consecutivos desde la derrota 3-0 ante Celtic" [The Guardian], un giro crítico que podría moldear la trayectoria del resto de la temporada.
Por su parte, la incapacidad de Hibernian para obtener puntos los coloca en una situación delicada, ocupando el noveno lugar en la liga. A pesar de su encomiable actuación, Gray subrayó la necesidad de ser más efectivos en el final, comentando: "Necesitamos asegurarnos de que intentemos aprovechar una de las oportunidades." La naturaleza competitiva de la liga exige que cada punto sea vital, y para Hibernian, este encuentro representó una oportunidad perdida para ganar impulso crucial.
A medida que ambos equipos se preparan para sus próximos compromisos, las apuestas aumentan en la Premiership escocesa, y los aficionados pueden anticipar más drama a medida que avanza la temporada.