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La mirada se ha posado sobre Manuel Pellegrini tras la controvertida decisión de Ez Abde de ejecutar un penalti para el cual no era el lanzador designado. Pellegrini no escatimó en expresar su descontento, afirmando: "No me gustó que Abde tomara el penalti en lugar de Lo Celso, quien es el lanzador designado. Hubo un cambio en el lanzador, pero será la última vez que eso suceda." [Diario de Sevilla] Este suceso no solo puso de relieve una ruptura en la comunicación, sino que también suscitó interrogantes sobre la jerarquía del equipo y la responsabilidad en momentos de alta presión.
La reacción de Pellegrini fue rápida y contundente, criticando a los jugadores involucrados, especialmente al capitán Héctor Bellerín, por no asegurar que Lo Celso fuera quien ejecutara el tiro. Enfatizó: "Tengan la seguridad de que esta situación no volverá a ocurrir," [Marca] dejando claro su deseo de evitar tales descuidos en el futuro. El penalti fallido no solo privó al equipo de una ventaja potencial, sino que también desató un acalorado debate sobre la necesidad de adherirse a las directrices del entrenador.
Este incidente, además, no es el primer tropiezo de Abde en la línea del fuego por decisiones similares. Pellegrini recordó un acontecimiento previo, afirmando: "Lo Celso se equivocó, Abde se equivocó, y hablaremos de ello," sugiriendo que este patrón de comportamiento se ha convertido en una creciente preocupación para el cuerpo técnico. Las repercusiones psicológicas de tales errores pueden ser profundas, y Pellegrini se mostró decidido a abordar estos temas antes de que socavaran la moral del equipo.
Lo que distingue el estilo de gestión de Pellegrini es su capacidad para equilibrar la autoridad con el apoyo a sus jugadores. Después del partido, comentó: "Estoy feliz por Abde porque hoy merecía la ovación que recibió de los aficionados," [Marca] evidenciando su habilidad para reconocer el rendimiento general de Abde a pesar del error en el penalti. Esta dualidad en su enfoque puede fomentar un ambiente de apoyo mientras mantiene la disciplina y la responsabilidad.
El compromiso de Pellegrini con la estructura del equipo se manifiesta en su manejo del incidente del penalti. Señaló: "Lo más importante del penalti es que ni siquiera tocamos el tema en el descanso," destacando su intención de proteger a sus jugadores de una carga psicológica innecesaria. Este enfoque puede cultivar la confianza dentro del plantel, permitiendo a los jugadores rendir sin el peso de errores pasados que les lastre.
Asimismo, la alabanza de Pellegrini a Lo Celso tras el partido, al afirmar: "Los goles han eclipsado todo lo que hace en el juego," [Marca] subraya la importancia de reconocer las contribuciones individuales al éxito del equipo, incluso en medio de los desafíos. Esto puede servir como un aliciente para que los jugadores se adhieran a los protocolos del equipo mientras se sienten valorados por sus esfuerzos.
A medida que el equipo se alista para los próximos desafíos, incluidos un crucial partido europeo y un intenso derbi local, será fundamental que Pellegrini subraye la importancia de mantener un plantel cohesionado y disciplinado. Afirmó: "El derbi es muy importante, pero nos estamos enfocando en la Conference," [Marca] ilustrando su estrategia de priorizar objetivos inmediatos sin perder de vista las metas a largo plazo.
El incidente del penalti ofrece una oportunidad de aprendizaje tanto para Abde como para el equipo. Pellegrini está decidido a inculcar un sentido de responsabilidad, afirmando: "No quería que el equipo se desmoronara debido a problemas psicológicos," [Marca] enfatizando la necesidad de fortaleza mental de cara al futuro. Su liderazgo será crucial para moldear la respuesta del equipo y prevenir la recurrencia de situaciones similares en el futuro.
En última instancia, la gestión de Pellegrini de esta situación refleja un tema más amplio en el deporte: el delicado equilibrio entre la disciplina y el apoyo. A medida que navega por estas complejidades, el éxito del Real Betis dependerá de su capacidad para aprender de los contratiempos y mantener un frente unido.