Revista de prensa ~ Global News Roundup (English) ~ Revue De Presse Internationale (Français)
❎ |
El ejército de EE. UU. está reajustando su estrategia en respuesta a las tensiones incrementadas tras el reciente fallecimiento del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah. El portavoz del Pentágono, el Mayor General Pat Ryder, destacó que "los Estados Unidos están decididos a prevenir que Irán y sus asociados, así como los grupos respaldados por Irán, aprovechen la situación o amplíen el conflicto." [Chandelis R. Duster, NPR] Esta declaración representa un cambio significativo mientras EE. UU. refuerza sus capacidades militares en la región.
Asimismo, el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha elevado la preparación de las fuerzas estadounidenses, afirmando: "Reforzaremos aún más nuestras capacidades de apoyo aéreo defensivo en los próximos días." [CNBC] Esta medida preventiva refleja la disposición del Pentágono para hacer frente a una amplia gama de contingencias que podrían surgir del conflicto en curso en Líbano y más allá. Estados Unidos busca proteger a su personal y, al mismo tiempo, brindar un sólido apoyo a su aliado, Israel.
Frente a estos desarrollos, el portavoz de seguridad nacional, John Kirby, comentó: "Hemos estado preocupados, casi desde el inicio de este conflicto, por la posibilidad de que se amplíe, convirtiéndose en una guerra regional." [Iosco County News Herald] Así, la preparación del ejército de EE. UU. actúa no solo como una medida de precaución, sino también como un disuasivo frente a posibles represalias iraníes y otras amenazas en la región.
La administración Biden está buscando activamente vías diplomáticas para mitigar la crisis, defendiendo un alto el fuego temporal. Kirby articuló esta postura al declarar: "Si se quiere que esas personas regresen a casa de manera segura y sostenible, creemos que un camino diplomático es el curso adecuado." [Aamer Madhani & Stephen Groves, The Associated Press] Esto pone de manifiesto el compromiso con el diálogo, incluso cuando las operaciones militares se intensifican.
Además, el presidente Biden ha manifestado su intención de dialogar con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, subrayando la necesidad de "evitar" [Aamer Madhani & Stephen Groves, The Associated Press] una guerra total en Oriente Medio. A medida que Biden se prepara para las conversaciones con Netanyahu, ha afirmado que "debe ser" [Aamer Madhani & Stephen Groves, The Associated Press] una prioridad prevenir una escalada mayor. La estrategia diplomática de la administración busca conciliar el respaldo de EE. UU. a Israel con la urgencia de proteger las vidas civiles atrapadas en el fuego cruzado.
Con el aumento de las tensiones, EE. UU. también se esfuerza por navegar el complicado panorama internacional. La observación de Kirby de que "ciertamente asumimos que ha habido bajas civiles" [Edward Helmore, The Guardian US] en los recientes ataques refleja una creciente sensibilidad hacia las implicaciones humanitarias de las acciones militares. El mensaje de la administración intenta equilibrar el inquebrantable apoyo a Israel mientras se aborda la preocupación global por la seguridad de los civiles.
El asesinato de Nasrallah tiene repercusiones que van más allá de Israel y Hezbollah. El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, comentó que "mucha gente piensa que el asesinato del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, por parte de Israel tenía como objetivo provocar a Irán y a EE. UU.", lo que resalta el potencial de repercusiones más amplias. Este sentimiento encapsula la inquietud global sobre la probabilidad de un conflicto regional más amplio.
La respuesta de Irán al asesinato ha sido objeto de un seguimiento cercano, con funcionarios señalando una reacción moderada. Notablemente, el Líder Supremo de Irán, el Ayatolá Khamenei, ha mantenido una "actitud calmada y pragmática" [Ben Samuels, Haaretz], sugiriendo que Teherán podría preferir evitar una confrontación directa mientras apoya los esfuerzos futuros de Hezbollah. Esta restricción estratégica pone de relieve las complejas dinámicas en juego en la región.
A medida que EE. UU. navega por estas aguas turbulentas, Kirby reiteró que "nuestro apoyo a la seguridad de Israel sigue siendo inquebrantable." [Edward Helmore, The Guardian US] Sin embargo, la administración es muy consciente de la necesidad de cultivar estabilidad en la región, ya que el aumento de la violencia podría comprometer los intereses y la seguridad de EE. UU. Encontrar un equilibrio entre la preparación militar y los esfuerzos diplomáticos sigue siendo un desafío esencial para los responsables políticos de EE. UU.