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Durante su intervención en Douglas, Arizona, Harris enfatizó la necesidad de una seguridad fronteriza más sólida, afirmando: "El pueblo estadounidense merece un presidente que se preocupe más por la seguridad fronteriza que por jugar juegos políticos." [Mary Ann Akers, The Daily Beast] Esta declaración resume su compromiso para abordar las crecientes inquietudes sobre la inmigración, a la vez que intenta contrarrestar la narrativa de Trump, quien sostiene que la administración Biden ha manejado de forma inadecuada la seguridad en la frontera.
Se prevé que Harris abogue por un aumento de recursos destinados a los agentes de la Patrulla Fronteriza y por la implementación de procesos de asilo más rigurosos, declarando: "Rechazo la falsa elección que sugiere que debemos elegir entre asegurar la frontera y crear un sistema de inmigración que sea seguro, ordenado y humano." [Jackie Defusco, WESH 2 Orlando] Al presentarse como una candidata capaz de equilibrar la seguridad con la compasión, Harris busca rediseñar el discurso en torno a la inmigración a su favor.
Además, planea presentar una propuesta que complicaría la habilidad de la administración Biden para levantar las restricciones de emergencia sobre las solicitudes de asilo. Su énfasis en combatir el contrabando de fentanilo, que identificó como una "prioridad máxima" [Mary Ann Akers, The Daily Beast], forma parte de su estrategia más amplia para demostrar su compromiso en el abordaje del tráfico de drogas, una preocupación que resuena profundamente entre muchos votantes.
A pesar de sus esfuerzos, Harris se enfrenta a un desafío considerable, ya que la inmigración sigue siendo una vulnerabilidad política para los demócratas. Las encuestas recientes indican que "el 58% de los votantes probables considera que la frontera entre EE. UU. y México es un factor importante en la decisión de a quién votarán" [Camilo Montoya-Galvez & Nidia Cavazos, CBS News], con muchos mostrando preferencia por el enfoque de Trump en materia de seguridad fronteriza. Esta cifra subraya la complicada batalla que debe afrontar Harris mientras intenta restaurar la confianza de los votantes en este tema crucial.
Trump ha aprovechado la oportunidad para explotar esta debilidad, calificando la crisis fronteriza como "la peor en la historia del mundo" y atribuyendo su intensificación a las acciones de Harris. Su estrategia busca retratarla como ineficaz, una narrativa que resuena con un sector significativo del electorado que prioriza la seguridad en la frontera.
A medida que Harris intenta cambiar esta narrativa, debe lidiar con la realidad de que "la inmigración, un tema en auge para los votantes, ha sido un área débil para los demócratas y para Harris." [Joey Garrison & Rebecca Morin, USA TODAY] Este reconocimiento de sus vulnerabilidades es esencial mientras busca fortalecer su posición en Arizona, un estado que ha adquirido una creciente relevancia en el panorama electoral.
Otro aspecto crucial que surge de la visita de Harris es la contienda por el apoyo latino, especialmente en Arizona, donde los votantes latinos constituyen un segmento considerable del electorado. Las encuestas recientes sugieren que "menos de la mitad – 47% – de los votantes latinos en Arizona manifestaron su apoyo a Harris" [Joey Garrison & Rebecca Morin, USA TODAY], una cifra que se sitúa por debajo de su índice de aprobación nacional entre los votantes latinos, que es del 57%.
La campaña de Harris ha llevado a cabo esfuerzos concertados para conectar con las comunidades latinas, reconociendo su potencial influencia en el resultado de las elecciones. Como ella misma expresó: “Podemos y debemos hacer ambas cosas”, refiriéndose a la necesidad de asegurar la frontera mientras se establece un sistema de inmigración humano. Este enfoque dual busca resonar con los votantes latinos que frecuentemente abogan por una solución integral a los retos migratorios.
No obstante, las iniciativas de acercamiento de Trump no han pasado desapercibidas. Con un notable 29% de latinos en Arizona mostrando apoyo por él, la competencia por este grupo demográfico se intensifica. La capacidad de Harris para conectar con los votantes latinos podría resultar determinante para su éxito en un estado que se ha convertido en un campo de batalla cada vez más relevante.