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La opción de una invasión terrestre limitada por parte de Israel en Líbano ha captado la atención de analistas militares y comentaristas políticos. Según informan fuentes, "Dos funcionarios estadounidenses dijeron a CNN que Estados Unidos ve la posibilidad de que Israel realice una incursión terrestre limitada en Líbano." [CNN Arabic] Esta evaluación se basa en el movimiento visible de fuerzas israelíes hacia la frontera libanesa, lo que sugiere una intensificación de las actividades militares. Sin embargo, la decisión definitiva de Israel sobre este curso de acción aún se mantiene en la incertidumbre.
El portavoz del ejército israelí, Peter Lerner, comentó: "El ejército israelí se está preparando para llevar a cabo una incursión terrestre, pero esta es solo una opción en consideración." Esta afirmación sugiere que, aunque se están llevando a cabo preparativos, el gobierno israelí está sopesando cuidadosamente sus alternativas. La inquietud en torno a una mayor escalada y la inestabilidad regional complican el proceso de toma de decisiones, dada la magnitud de los riesgos asociados con una operación terrestre.
Asimismo, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, adoptó una postura cautelosa al afirmar: "Preferimos no hacerlo," [CNN Arabic] lo que resalta un deseo de evitar una invasión terrestre siempre que sea posible. Este enfoque refleja una estrategia más amplia que prioriza las operaciones tácticas al mismo tiempo que busca mitigar los riesgos tanto para el personal militar como para los civiles.
El asesinato de Hassan Nasrallah constituye un punto de inflexión en el conflicto en curso. Los analistas sostienen que "La pérdida de Hassan Nasrallah tendrá repercusiones significativas, que probablemente desestabilizarán al grupo y alterarán sus estrategias políticas y militares a corto plazo." [الحرة] La respuesta de Hezbollah ante esta pérdida crítica será determinante para moldear el futuro de sus maniobras militares y políticas, ya que el grupo ha prometido continuar su lucha contra Israel.
Tras su asesinato, Hezbollah enfrenta una enorme presión para demostrar su capacidad operativa a pesar del considerable vacío de liderazgo. Los observadores señalan que "Aún tiene miles de combatientes, muchos de los cuales están pidiendo venganza," [الحرة] lo que sugiere un elevado potencial para llevar a cabo acciones militares contra objetivos israelíes. La habilidad del grupo para mantener la cohesión interna y responder de manera efectiva a estos desafíos será objeto de un escrutinio minucioso por parte de aliados y adversarios.
Además, el papel de Irán en esta situación en desarrollo es crucial. Con indicios que sugieren que Irán está tomando precauciones a raíz del asesinato de Nasrallah, es evidente que "Lo que ha sucedido ahora hará que los duros del régimen piensen en algún tipo de respuesta." La reacción iraní podría influir de manera significativa en la dinámica del conflicto regional, complicando aún más una situación ya tensa.
La comunidad internacional manifiesta su preocupación ante la posibilidad de un conflicto más amplio. Como subrayan los funcionarios estadounidenses, "Washington ha advertido que una invasión terrestre de Líbano podría tener resultados contraproducentes," [الجزيرة نت] lo que implica el riesgo de inestabilidad generalizada si Israel opta por una invasión terrestre. Este sentimiento resalta el delicado equilibrio necesario para evitar una guerra regional más abarcativa.
Además, Estados Unidos continúa aconsejando a Israel que actúe con moderación, y se informa que el presidente Biden expresó su frustración por las acciones militares israelíes. Él declaró: "Es hora de un alto el fuego en Líbano," [الحرة] enfatizando la necesidad de soluciones diplomáticas en lugar de una escalada militar.
A medida que la situación avanza, el potencial de un conflicto directo que involucre a Irán y sus aliados sigue siendo una preocupación significativa. Los observadores advierten que "Irán no permitirá la destrucción de las capacidades de Hezbollah," [الحرة] sugiriendo que cualquier error de cálculo por parte de Israel podría desencadenar un enfrentamiento más amplio que abarcaría a toda la región, aumentando así la urgencia de intervenciones diplomáticas.