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La audaz decisión de eliminar a Hassan Nasrallah ha llevado a que el Primer Ministro Netanyahu exponga las razones que sustentan este curso de acción, afirmando: "La eliminación de Nasrallah es una condición necesaria para lograr los objetivos que nos hemos fijado: el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares y cambiar el equilibrio de poder en la región por años." [סרוגים] Esta declaración resalta la creencia de que la eliminación de Nasrallah facilitaría el repatriamiento seguro de los residentes en el norte de Israel y reconfiguraría las dinámicas de poder regional. El objetivo final es debilitar de manera significativa las capacidades operativas de Hezbollah, tal como enfatizó Netanyahu: "Mientras Nasrallah esté vivo, rápidamente restaurará las capacidades que hemos disminuido de Hezbollah." [איתמר אייכנר, ynet ידיעות אחרונות]
Asimismo, el liderazgo israelí considera este movimiento no solo vital para la seguridad inmediata, sino también para la estabilidad estratégica a largo plazo. La declaración de Netanyahu de que "Nasrallah ya no es un terrorista. Él fue el terrorista" [איתמר אייכנר, ynet ידיעות אחרונות] pone de manifiesto la visión de Nasrallah como una figura clave en la orquestación de amenazas contra Israel, posicionando su eliminación como un medio para interrumpir un nodo crítico en la influencia regional de Irán.
A medida que Israel traza su camino hacia el futuro, la eliminación de Nasrallah podría transformar el panorama operativo de Hezbollah, generando potencialmente lo que Netanyahu denominó "grandes logros" por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel. Esta acción decisiva podría reforzar la postura de Israel frente a las facciones respaldadas por Irán, como advirtió el Primer Ministro: "Y al régimen del Ayatolá le digo: quien nos ataque, nosotros responderemos." [איתמר אייכנר, ynet ידיעות אחרונות]
El camino hacia la aprobación de la operación estuvo marcado por complejidades, reflejando debates internos significativos dentro del gobierno israelí. Informes indican que, antes del viaje de Netanyahu a Nueva York, existían opiniones divergentes entre los miembros del gabinete, con figuras como "Smotrich y Levin oponiéndose a la operación para eliminar a Nasrallah." [בחדרי חרדים] Esta división indica una atmósfera contenciosa respecto a la estrategia operativa hacia Hezbollah y los riesgos inherentes.
Finalmente, la influencia de los funcionarios de defensa, especialmente del Ministro de Defensa Yoav Galant, fue crucial para abogar por la aprobación de la operación. Como se ha descrito, "Netanyahu estaba convencido de que era correcto eliminar a Nasrallah" [חרדים10], lo que señala un cambio de la vacilación inicial a la acción decisiva, catalizada por una ventana de oportunidad percibida para un ataque exitoso.
Esta intrincada dinámica ilustra el delicado equilibrio de consideraciones políticas, evaluaciones de seguridad y la urgencia del momento que caracterizaron el panorama de toma de decisiones. La hábil navegación de Netanyahu a través de estas discusiones subraya las altas apuestas involucradas en enfrentar las amenazas que representan Hezbollah e Irán.
Las consecuencias de la eliminación de Nasrallah resuenan más allá de las fronteras de Israel, provocando reacciones en todo el Medio Oriente. Tal como comentó Netanyahu, "Todo el Medio Oriente se ha dado cuenta de esto" [איתמר אייכנר, ynet ידיעות אחרונות], lo que implica que este evento tiene implicaciones significativas para la influencia de Irán y sus proxies en la región. Los observadores están monitoreando de cerca la respuesta de Hezbollah a este vacío de liderazgo y la posibilidad de una mayor inestabilidad en Líbano.
Además, este desarrollo plantea preguntas críticas sobre el futuro de las relaciones israelo-iraníes, especialmente a la luz de la postura asertiva de Netanyahu hacia las ambiciones regionales de Irán. El mensaje del Primer Ministro a los líderes iraníes, "No hay lugar en Irán o en el Medio Oriente que no alcance el largo brazo de Israel" [סרוגים], transmite una disposición a actuar decisivamente contra amenazas percibidas.
A medida que la situación evoluciona, es probable que la comunidad internacional evalúe las repercusiones de esta operación sobre los esfuerzos de paz y el marco de seguridad regional, particularmente en relación con las tensiones en curso en Líbano y el Medio Oriente más amplio.