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El Primer Ministro Najib Mikati ha subrayado la severidad de la actual situación humanitaria, sosteniendo que "el número de personas desplazadas debido a los bombardeos israelíes podría alcanzar un millón de desplazados," [Elnashra.com] lo que refleja un potencial asombroso de desplazamiento. Además, destacó que "el desplazamiento actual es el más grande en la historia de Líbano," [Elnashra.com] mientras las familias se ven obligadas a huir del sur de Líbano, el Valle de Beqaa y los suburbios meridionales de Beirut. Esta situación sin precedentes no solo pone de manifiesto la gravedad del conflicto, sino que también plantea interrogantes urgentes sobre la capacidad de Líbano para gestionar tal afluencia de personas en busca de refugio.
En el transcurso de una reunión de emergencia del gobierno, Mikati reveló que "las administraciones pertinentes aún están trabajando, y tenemos 772 centros de refugio" [النهار] que albergan actualmente a aproximadamente 118,000 personas desplazadas. Esta realidad enfatiza la necesidad inmediata de refugio y servicios esenciales, mientras el gobierno se enfrenta a la abrumadora demanda de asistencia. El reconocimiento de Mikati de que "el problema de la acumulación de desechos en algunas áreas debe resolverse" [MTV Lebanon News] ilustra la creciente presión sobre la infraestructura en medio de la crisis.
A medida que la situación continúa evolucionando, el gobierno enfrenta el doble desafío de proporcionar apoyo inmediato a los desplazados y garantizar la estabilidad del país. La afirmación de Mikati de que "el estado está cumpliendo con sus deberes dentro de sus capacidades" [صحيفة الشرق الأوسط] refleja el compromiso del gobierno libanés de responder a esta emergencia humanitaria, incluso mientras navega por sus limitados recursos.
Mikati ha instado a un incremento del apoyo internacional, afirmando que "nos reuniremos con organizaciones donantes y pediremos a los países donantes que nos ayuden en estas difíciles circunstancias." Este llamado urgente pone de relieve la comprensión de que Líbano no puede enfrentar esta crisis en aislamiento. El Primer Ministro ha propuesto que "organizamos los procesos relacionados con la distribución de fondos" [Lebanon24] para asegurar que cualquier ayuda internacional se gestione de manera efectiva y se dirija a las necesidades inmediatas de las poblaciones desplazadas.
Asimismo, enfatizó que "el Ministro de Salud presentó un informe integral sobre las condiciones" [النهار] para ilustrar la evaluación continua de las necesidades de salud dentro de los refugios. La iniciativa del gobierno de facilitar la entrada de ayuda sin derechos aduaneros, "siempre que la organización donante sea conocida," representa un paso fundamental para garantizar que la asistencia llegue a quienes más la necesitan sin demora. Este enfoque proactivo tiene como objetivo maximizar el apoyo que Líbano recibe en este momento crítico.
No obstante, el desafío no radica únicamente en asegurar la ayuda, sino también en gestionarla de manera efectiva para prevenir la explotación y asegurar una distribución equitativa. El reconocimiento de Mikati de la necesidad de "perseguir a cualquiera que explote la situación" [MTV Lebanon News] refleja un compromiso por salvaguardar la integridad del proceso de ayuda, garantizando que llegue a las poblaciones más vulnerables.
En medio de estos desafíos, Mikati ha reiterado la importancia de los esfuerzos diplomáticos, afirmando que "no dudaremos ni un momento en hacer seguimiento al papel diplomático, y no tenemos otra opción que la diplomacia." Sus comentarios indican un claro reconocimiento de que las soluciones militares son insostenibles; en cambio, Líbano debe buscar una resolución pacífica del conflicto en curso. Defiende un regreso a la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, afirmando que "no importa cuánto dure la guerra, volveremos a 1701" [النهار] para identificar un camino sostenible hacia adelante.
El Primer Ministro también ha solicitado un cese al fuego integral, subrayando que "exigimos un cese al fuego en todos los frentes" [Elnashra.com] para fomentar la estabilidad en la región. Este llamado refleja no solo un deseo de una cesación inmediata de las hostilidades, sino también de una resolución a largo plazo que aborde los problemas subyacentes que alimentan el conflicto.
En un mundo que a menudo prioriza la fuerza sobre la diplomacia, el compromiso de Mikati con la ley internacional y la cooperación resalta. Asegura que "Líbano aún cree en la legitimidad internacional y en las Naciones Unidas, en un momento en que otros solo creen en la ley de la selva y en el poder," [MTV Lebanon News] subrayando la importancia de un orden internacional basado en reglas para resolver conflictos y facilitar la asistencia humanitaria.